Shiatsu, el masaje Japones.
Las Artes orientales despiertan un atractivo especial para los pueblos occidentales, quizás sea por el misticismo que las envuelve, o tal vez por la impecabilidad de sus maestros. Todos imaginamos mundos de ensueño donde maestros les trasmiten a sus discípulos los secretos milenarios de estas tradiciones.
Es sabido que los conocimientos fluyen de maestros a discípulos que desean fervientemente aprender.
A diferencia de nuestros sistemas educativos el alumno es conducido pacientemente por el maestro que lo conoce plenamente, para que adquiera de la mejor manera posible estos conocimientos. De forma completamente personalizada, el maestro observando las capacidades y dificultades de su discípulo, y así va generando distintas propuestas donde el discípulo va descifrando las claves del arte que intenta aprender.
En nuestra Escuela, buscamos generar estos espacios de aprendizaje, por eso damos formaciones intensivas y personalizadas, donde llegamos a conocer a las futuros practicantes de Shiatsu y logramos encontrar las fortalezas en cada uno para que adquieran la técnica y filosofía del Shiatsu. Y buscamos explotar esos puntos flacos donde el practicante no se siente cómodo como una posibilidad de desarrollo y evolución para los distintos aspectos de la practica en particular y la vida en general.
La primer dificultad con la que nos encontramos todos al comenzar es lo difícil que nos resulta estar y movernos por el piso. El Shiatsu se realiza en el piso sobre un futón. Y es raro que lleguen personas que este habituadas a estar cómodamente sentadas sobre sus piernas mas de 15 minutos.
Para atravesar esta dificultad dedicamos varios momentos de nuestras formaciones a desarrollar la propiocepción(la capacidad de sentir nuestro cuerpo y su posición en el espacio), la movilidad, la fuerza y la elongación, para dejar nuestro cuerpo listo para el trabajo.
Lo segunda dificultad es la idea de que tenemos que hacer algo para ayudar al otro, tenemos que descontracturar, tenemos que relajar, tenemos que estirar, tenemos tenemos...
Las filosofías orientales se basan en la observación de la naturaleza. Al observar la naturaleza llegamos a la comprensión que no hay nada que tengamos que hacer, que la naturaleza en su abundancia genera las condiciones necesarias para que todo suceda.
Por ello, pienso en el Shiatsu como el masaje del no hacer, un masaje en el que la premisa es acompañar, observar y ayudar al receptor a notar las zonas donde se acumula la tensión, o hay dificultad en el movimiento. La atención es una de las cualidades principales del Shiatsu, tanto la atención propia como del receptor. El arte de dirigir y mantener la atención donde deseamos se llama meditación, por ello es vital como terapeuta aprender y practicar meditación, me gusta imaginar el Shiatsu como la posibilidad de ser una meditación en movimiento, o una meditación del movimiento. La iniciación a la meditación es una de las partes fundamentales de nuestra formación.
Incorporar la técnica requiere un esfuerzo físico, ya que implica permanecer mucho tiempo en el piso, moviéndonos, descargando el peso, dirigiendo la presión al mismo tiempo que recordamos la manipulación aprendida, que en un primer nivel incluye la manipulación que hacemos con la persona acostada boca abajo, de costado y boca arriba. Para esto durante la formación, practicaremos varias veces todas las maniobras, contaremos con apuntes digitales y videos explicativos.
El Shiatsu trabaja con la energía de los meridianos que esta encarnada(es decir hecha carne) en músculos, fascias, huesos, órganos, piel. Para detectar que zonas son las que requieren mayor atención debemos recurrir a una inteligencia corporal que debe ser desarrollada, una inteligencia que nos permite con solo poner la mano saber como esta esa zona y que presión necesita, durante la formación haremos varios ejercicios para estimular esta inteligencia que existe en todos los seres, y que en el humano, esta poco desarrollada en pos del desarrollo de la mente lógica.
Descargar el peso a veces tiende a ser una dificultad que logramos remediar gracias a la respiración, y las correcciones adecuadas.
Al finalizar el primer nivel usualmente todos los practicantes logran dar un muy buen masaje de todo el cuerpo, en todas las posiciones incorporando no solo la técnica si no también la filosofía y ejercicios que le ayudan a llevar adelante la practica de Shiatsu.
Luego solo queda practicar, dar muchos masajes y seguir entrenando, fortaleciendo y flexibilizando el cuerpo para convertiste en un completo Terapeuta en Shiatsu.
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