Formaciones y proceso terapéutico

Sin emoción no hay aprendizaje.
Partiendo de este descubrimiento de las neurociencias y de nuestra propia experiencia creamos esta formación con el foco puesto en la vivencia simbólica de los contenidos que compartimos.
La Medicina Tradicional China plantea una cosmovisión palpable de los procesos que suceden en nuestro cuerpo sean fisiológicos, emocionales, mentales o energéticos. Brindándonos herramientas para el desarrollo personal y el autoconciencia.
Cada elemento nos abre una puerta para descubrir y habitar una parte de nuestro sistema.
Al explorar el elemento, en la medida que vamos charlando, sintiendo el meridiano, realizando visualizaciones y ejercicios, vamos conectando con nuestra historia, nuestras vivencias, nuestras heridas y vínculos, estos momentos de introspección despiertan sensaciones e imágenes que nos permiten reencontrarnos con partes olvidadas.
Esto es vital para la construcción de un Terapeuta, es desde el conocerse que uno puede acompañar procesos de otras personas. ¿Como puedo acompañar un llanto si yo mismo no me lo permito? El lugar le doy a sentir la ira en mi vida, sera el mismo lugar que le de a la persona a manifestar y explorar su enojo, y eso es lo que las personas que vienen a la consulta necesitan, tener un contexto seguro donde poder expandir y abrir todo su espectro emocional, sintiendo que pueden compartirlo con nosotros sin sentirse juzgados.
Por todo esto es que el real aprendizaje llega cuando la emoción nos impacta y deja una huella en nuestro cuerpo. A esto le llamamos que una emoción o experiencia encarne, se hace parte del cuerpo, deja una marca.
Estas marcas así como muchas veces son positivas, también pueden haber generado heridas que el trabajo con el Shiatsu ayuda a desencarnar y facilita que sigan su curso hasta salir del cuerpo (como tantas otras experiencias que no encarnaron) quedando quizás en la memoria pero ya no sintiendo la emoción asociada a ella cada vez que la recordamos.